En el ámbito del regadío, la elección de los materiales adecuados para las tuberías es crucial para garantizar un sistema eficiente y duradero, sobre todo en un momento de sequía como el presente.
Una opción cada vez más popular entre las comunidades de regantes y con múltiples ventajas son las tuberías de Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio (PRFV).
Las tuberías de PRFV ofrecen una serie de beneficios significativos para el sector del regadío y las comunidades de regantes, que van desde su resistencia y durabilidad hasta su bajo mantenimiento y su contribución a la conservación del agua.
5 claves de las tuberías de Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio para el regadío
- Resistencia a la corrosión: Las tuberías de PRFV son altamente resistentes a la corrosión, lo que las hace ideales para su uso en entornos agrícolas donde las condiciones del suelo y el agua pueden ser corrosivas. A diferencia de otros materiales, como el acero o el hormigón, las tuberías de PRFV no se corroen con el tiempo, lo que prolonga su vida útil y reduce la necesidad de reemplazo.
- Durabilidad: El Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio es un material extremadamente duradero que puede resistir la exposición a los elementos y el estrés mecánico sin deteriorarse. Las tuberías de PRFV pueden soportar cambios de temperatura, presiones elevadas y la manipulación durante la instalación sin sufrir daños significativos, lo que las convierte en una opción confiable a largo plazo para el sistema de regadío.
- Bajo mantenimiento: Debido a su resistencia a la corrosión y su durabilidad, las tuberías de PRFV requieren poco mantenimiento a lo largo de su vida útil. Esto significa menos inversión de tiempo y dinero en reparaciones y reemplazos, lo que se traduce en costes operativos más bajos para los sistemas de regadío.
- Ligereza: A pesar de su resistencia, las tuberías de PRFV son sorprendentemente ligeras en comparación con otros materiales como el acero o el hormigón. Esta ligereza facilita su transporte e instalación, contribuyendo también a la disminución de los costes y el tiempo requerido para poner en funcionamiento un sistema de regadío.
- Conservación del agua: El sector del regadío enfrenta constantemente el desafío de optimizar el uso del agua y minimizar las pérdidas. Las tuberías de PRFV son inherentemente impermeables, lo que significa que no sufren de fugas como ocurre a menudo con otros materiales. Esto ayuda a conservar el agua al garantizar que llegue a su destino sin pérdidas significativas en el camino.
Sifón de Cardiel, caso de éxito de Amiblu en el sector del regadío
Un ejemplo destacado de innovación es el proyecto del sifón de Cardiel, en Aragón, que ha marcado un hito en la utilización de Tuberías de Poliéster reforzado con Fibra de Vidrio (PRFV) de Amiblu para el sector del regadío, con el fin de solucionar desafíos en el transporte de agua para el riego.
Se trata de la mayor adjudicación en una obra de transformación de regadío que consigue Amiblu hasta la fecha en España, que tiene por objetivo transformar en regadío una gran extensión de tierra de secano de 5.330 hectáreas.
Concretamente, Amiblu fabricará y suministrará un total de 65 kilómetros de tuberías de PRFV, con diámetros que van desde los DN600 hasta los DN1.800 desde su planta de Camarles, en Tarragona.
Un ejemplo claro de que las tuberías de Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio ofrecen una serie de beneficios clave para las comunidades de regantes, incluida su resistencia a la corrosión, durabilidad, bajo mantenimiento, ligereza y contribución a la conservación del agua.
Al elegir este material para sus sistemas de regadío, los agricultores y gestores de recursos hídricos pueden mejorar la eficiencia y la fiabilidad de sus operaciones, al tiempo que reducen los costos y el impacto ambiental.